28/9/2009 - DIARIO EL LITORAL (Escenarios y Soc.)
EN EL TEATRO MUNICIPAL
La última velada de Música sin Fronteras
Mañana, a las 21, será la velada de cierre del ciclo que se viene sucediendo en la sala mayor del Teatro Municipal: la IV edición de Música sin Fronteras, que reúne géneros y estilos múltiples, cuyo denominador común es la excelencia de los intérpretes.
Este martes brindarán en la primera parte sus repertorios Néstor Ausqui, Danilo Cernotto, Ricardo Llusá y Nahuel Ramayo; en la segunda, Rubén del Solar con guitarra y voz contarán con el acompañamiento de Laura Aguilar en arreglos, Gabriela Romero Ingui en flauta traversa y Juan Rivoira en violín, haciendo obras de Alfredo Zitarrosa, Walter Heinze, Aníbal Sampayo Chango Rodríguez, Rolando Valladares y Jhonny de Mello.
En la tercera parte actuarán Claudio Monterrío en guitarra, Olga C. López en flauta traversa y Claudia Vanderberghe en voz.
La parte final la brindarán Miguel Ángel Morelli (guitarra y voz) con los músicos acompañantes Néstor Vallejos (guitarra), Javier Coli (acordeón), Jorge Martínez (guitarra). Miguel Firma Paz (bajo) y Maxi Maglianese (percusión).
Cabe recordar que el ciclo cuenta con la coordinación general del maestro Néstor Ausqui y de Ricardo Llusá, este acontecimiento para la música en Santa Fe cuenta con la organización de la Secretaría de Cultura de la Municipalidad de Santa Fe y la programación del Lic. Diego Suárez.
CAMINO AL ANDAR
A raíz de la participación de Claudio Monterrío en el ciclo de música, el Dr. Alberto Niel dedica unas palabras a su trayectoria: “...nacido Norberto Vandenberghe, ‘Lito’ para los íntimos, producto de la unión matrimonial de Don Cirilo Vandenberghe con antecesores de los países bajos y de Doña Paulina Mazzi más gringa que la tarantela. Siendo ambos músicos natos, sus descendientes no podían fallar. Don Cirilo pulsaba y fabricaba instrumentos de cuerda e integraba como guitarrista orquestas típicas de otrora, así que en la casa y la mesa familiar estaban siempre pensadas por todas las notas del pentagrama, integrando una variedad indiscriminada de temas musicales que llenaban a diario, placenteramente, los oídos de Lito, que los prefería a los habituales y populares medios de recreación.
“Tal es así que nunca aprendió a jugar al football ni al basket ni a las cartas ni a nadar en el querido club de Gimnasia y Esgrima pero sí fue hincha de nada ajeno a la música cantada y ejecutada y a sus autores e intérpretes seleccionados por su calidad y originalidad, sin dejarse llevar por éxitos publicitarios, mediáticos o multitudinarios que forjan a tantos ídolos temporarios, con pies de barro. “Oyente en un principio de toda clase de música clásica o popular y regional, su gusto se fue polarizando hacia lo popular y regional, especialmente a todo aquello relacionado con nuestro Río Paraná y con su gente”.
Foto: ARCHIVO EL LITORAL
De la redacción de El Litoral
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